lunes, 4 de mayo de 2009

La crisis y la solidaridad.

Intensa experiencia la lectura de Las uvas de la ira de John Steinbeck que nos retrotrae, en tiempos de símiles históricos, a la penuria social de la crisis de 1929, en su pleno corazón, en los EEUU. Que nos refresca la imagen que pudiéramos tener del difícil ascenso a la primera línea de dominio político del país más influyente del siglo XX. La acción situada en los años treinta llama hoy la atención por los grados de infinita lucha y los planos de ejemplarizante solidaridad que tuvieron que poner en práctica para su sobrevivencia los depauperados emigrantes (hijos, a su vez, de emigrantes) estadounidenses en querer alcanzar desde zonas donde el capitalismo era un monstruo inhumano (Oklahoma, Arkansas, Texas...) los idílicos paraísos de ese mismo depredador inmisericorde (California).
Una lección humana de pelea por vivir experimentada al límite que no debería quedar en el olvido porque los dueños de la situación siguen siendo los mismos: los empresarios desalmados fuera de la ley, los gigantescos bancos que sólo cuidan de su negocio y se aprovechan de las ayudas de la Comunidad (Estado), los emporios económicos...los malos gobiernos... En Las uvas de la ira nos adentramos en la historia del ultraje, del sufrimiento, del heróico caminar de la raza humana que en cualquier momento puede ser desposeída de su bienes (antes tierras, hoy, trabajo, simplemente) y caer en la máxima pobreza que en cuestión de días (porque hay que comer) se vería ante la faz de la muerte.
Pero el hombre y la mujer (es la que posee la fuerza inconsciente que no ceja) son seres duros que se crecen sin ceder un ápice en su condición irrenunciable de dignidad y que pelearán por un mundo mejor, factible de que lo tengamos al alcance en el primer mundo; si bien, la globalización nos brinda un nuevo contacto, una novedosa unión, una obligada igualación, por abajo, a ricos y a pobres, en la pobreza y en la grandeza. Nunca deberíamos aparcar la idea de que los Joad somos todos. No existe lucha política, existe lucha humana.